El trabajo que os muestro hoy es la transformación y renovación de una jaula. Sí, sí, como lo oís… Con lo de moda que están y de repente cae una en mis manos; cosas del azar.
Así que esta semana vuelvo con un nuevo trabajo. Y es que he tenido la suerte de encontrarme con una labor facilita para publicar mientras termino otro trabajo más laborioso; una mesa de madera de pino que tengo muchas ganas de mostraros y sobre todo de ver el resultado final, pues una cosa es imaginar como quieres que quede y otra como realmente quedará, pero eso lo dejo de momento para dentro de un par de semanitas.
Volviendo al tema de esta semana, como ya os he contado hace unos días me topé con una jaula no demasiado pequeña y con una forma redonda muy bonita. Por supuesto no lleva los adornos como las que estamos acostumbrados a ver en tiendas de decoración y que están fabricadas especialmente para decorar, si no que se trata de una jaula auténtica manufacturada para un uso muy concreto: ser el hogar de un pájaro. Por mi parte, desconozco el destino que tuvo su propietario, lo que sí que me quedó claro es que la «vivienda» estaba deshabitada. Así que la reciclé y cambié su uso original para convertirla en un objeto decorativo.
Este era el estado en el que se encontraba
Comencé eliminando los accesorios de su interior que ya no iban a hacer falta y continué limpiándola y desinfectándola a fondo. Este fue el trabajo que más tiempo me llevó porque después de estos pasos previos lo único que hice fue pintarla con pintura en spray varias veces.
Como se trata de metal y por tanto de un material no poroso, era aconsejable antes de pintar, aplicar primero una imprimación específica para metal. La finalidad era que la pintura durara más tiempo. Pero como si se da el caso de deterioro de la pintura, es muy fácil de pintar y además tarda muy poco en secarse (tres minutos), decidí ahorrar tiempo y dinero y pintar directamente.
Aquí os muestro el reportaje fotográfico con la jaula reciclada como protagonista
En las imágenes se puede reconocer el baúl que transformé y cuyo trabajo os enseñé hace unos días. Por si os perdisteis la entrada, podéis verlo aquí.
AIRES RENOVADOS 
Qué gracia me ha hecho ver esta jaula, hace años tuve una idéntica, con su pie incluido todo precioso. Después de perder a su habitante nos deshicimos de ella, ay quién la pillara ahora!! pero no creas, estoy en alerta, haber si me encuentro una jijijijij.
Me gusta mucho que la hayas empleado para poner plantitas, es una de las utilidades que yo le daría. Y en blanco siempre queda bien, junto con todo el conjunto que has formado. Cerquita de una ventana tiene que quedar un rincón precioso.
Besos!
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Gracias Beatriz. La verdad es que tuve suerte encontrándola. Seguro que tú también encuentras una en el momento que menos lo esperes.
Un abrazo.
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