Como ya nos pusimos al día sobre el estilo Shabby Chic en un post anterior, hoy os muestro el reciclaje una caja de vino en un objeto de almacenaje a la vez que decorativo, en ese estilo.
La caja en su estado original
Los trabajos necesarios antes de empezar a utilizar cualquier técnica, tanto en esta caja como en cualquier tipo de mueble, son los siguientes:
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reparar los desperfectos de la pieza con pasta de madera
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lijar hasta dejar la madera vista (si tiene algún tipo de acabado) y suave al tacto
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eliminar el polvo producido con un trapo húmedo
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aplicar pintura de imprimación el número de capas necesario
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volver a lijar para eliminar imperfecciones, asperezas, gotas, etc.
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por último aplicar la técnica deseada
En este caso se trata de darle a la caja un estilo Shabby Chic. Para ello se aplican sucesivamente distintas capas de diferente color y se lija de forma que, según se profundice más o menos, van apareciendo los distintos tonos empleados, e incluso la del color de la madera natural.
En nuestro caso, primero pinté la tapa a rayas blancas y grises mientras que a la caja sólo le pinté una única franja blanca en el centro dejando el resto gris.
Para pintar las rayas, como podéis ver en la imagen se utiliza cinta de carrocero con el fin de separar los distintos colores. Siempre que se utiliza más de un color en la misma capa, el proceso se alarga ya que primero tienes que pintar de un color; dejar secar; poner la cinta de carrocero; volver a pintar del otro color y volver a esperar a que se seque. Y volver a repetir la operación según las capas que sean necesarias. Este proceso es más costoso que si se pinta la misma capa de un solo color.
Después lo cubrí todo con varias capas de color «blanco Lino». Como me gusta tanto este color, tuve la tentación de dejarla así, pero eso suponía no cumplir con el objetivo que era darle a la caja un estilo Shabby Chic.
Así que la lijé un poco hasta que afloró la capa de rayas y en las esquinas hasta que la madera quedó visible
A continuación le transferí un texto y la barnicé.
Este es el resultado
Ahora vamos a ver otros ejemplos de cajas. Las podríamos clasificar, según los colores, en dos grupos;
– Aquellas que presentan sólo dos colores
Está claro que la nuestra pertenece al primer grupo…
– Aquellas que presentan más colorido